martes, junio 7

JORNADA PARA EL RECUERDO

Si bien el fútbol venezolano todavía esta en una fase de desarrollo, el desempeño mostrado ante la actual campeona del mundo, España, deja mucho que desear. La cantidad de oportunidades desperdiciadas por la falta de pericia en la definición de nuestros delanteros es asombrosa. Durante el primer tiempo, Giancarlo Maldonado se encargo de "regalarle" practicamente el balón a Victor Valdes, guardameta del conjunto ibérico, en dos chances claras para que el balón rozara las redes.

La carencia de un bloque en el mediocampo que presione después del circulo central, la lentitud de los centrales, la inexistente marca sobre los jugadores contrarios, son razones de sobra para creer que la actuación de nuestra selección en la próxima Copa América no sera la que desde este instante esperamos.

Otro gran problema tiene que ver con la dirección técnica. ¿Como es posible que Farías, pseudomanager, cambie a Yohandry Orozco? El marabino fue uno de los pocos que se atrevió a darle cara a este desafío y fue sacado de cancha en detrimento de Cesar González, quien estuvo fantasmeando durante la primera mitad del encuentro. Sin embargo, no todo puede ser malo en esta ocasión. Las actuaciones acordes al momento de Arango, Rosales, Rincón, Meza y probablemente de Moreno, coparon las expectativas.

Al día de hoy podemos decir algo, Venezuela todavía no es un conjunto. Falta mucho para que nuestra vinotinto llegue a su potencial máximo, podemos jugar mejor. Solo hace falta alguien, un jugador o simplemente un entrenador capaz que le encienda esa chispa al futbolista, a sus compañeros, a la grada.

Antes de que pase por debajo de la mesa, la afición. Puerto La Cruz puede tener un excelente estadio, con grandes comodidades y beneficios de primera para quienes jueguen allí, pero definitivamente, la gente que vive en esa ciudad y fue al partido, aplaudía mas cuando metía un gol España que cuando Venezuela se acercaba al arco rival.

Los gritos y vítores al ingresar Casillas y Torres eran inexplicablemente mas audibles que cuando saltaba al campo un jugador venezolano. La gente no gritaba, aupaba, simplemente falta ese "aguante" del verdadero hincha de fútbol. Si este match hubiese tenido como escenario al Pueblo Nuevo de San Cristobal o el Olímpico de Caracas, les aseguro que desde el saque inicial no se podría haber hablado. La bulla hubiera sido casi infernal. Apabullaría al contrario.

Ya basta que luego de 12 años de franco progreso de la selección, los federativos sigan buscando como meter más plata en sus bolsillos, cuando durante todo este tiempo le han sacado dividendos a la Vinotinto que nunca se imaginaron. Hay que volver a la base, a la realidad. Las sedes se ganan, y estas ciudades lo tienen merecido desde hace mucho tiempo. Que la selección vuelva a pisar su césped, que hasta ahora permanece por avaricia, inmaculado de los botines de nuestros futbolistas.

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